miércoles, 21 de diciembre de 2011

Hoy, que debería ser un día tremendamente feliz, que amaneció siendo un día tremendamente feliz, es un día negrísimo que me recuerda que la felicidad es muy fugaz y que las cosas que fingo olvidar siguen ahí, atormentándome. Y yo trato de correr bien lejos y no puedo. Pero no me tengo que olvidar que el poder está en mi. Y que duermo tranquila.Gracias G por tanto tanto. Gracias, aunque nunca te enteres de esto.